lunes, 26 de noviembre de 2007

Teen Angels, la banda de `Casi Angeles´

Juan Pedro `Thiago´ Lanzani, Nicolás `Tacho´ Riera y Gastón `Rama´ Dalmau
__________

Son energía pura. Una mezcla perfecta de juventud, inocencia y alegría. Sucede que Juan Pedro Lanzani —a quien todos llaman “Peter”—, Gastón Dalmau y Nicolás Riera, acaban de terminar la segunda función de la obra de teatro “Casi Angeles”, y la euforia en ellos todavía persiste. Allí y en la tira que lleva el mismo nombre -que diariamente emite Telefe-, ellos son parte de la banda “Teenangels”, un grupo de música en el que cantan y bailan.

“Estamos felices. Fueron dos funciones bárbaras”, coinciden mientras se preparan para la sesión fotográfica.

“Sabía que éste iba a ser un buen proyecto. Confío en que todo lo que hace Cris (Morena) es un éxito, aunque no imaginé que iba a ser tan grande como lo es” -explica Gastón, que en la ficción es conocido como “Rama”-. “Lo primero que pensé es que estoy jugando en Boca o en River, así que era bastante difícil fracasar”, agrega Nicolás, quien interpreta el papel de “Tacho”. Y Peter, “Thiago” en la tira, asiente y opina: “Siempre creí que iba a ser un buen producto, pero superó todo lo imaginado”.

Si bien los tres están dando sus primeros pasos dentro del mundo del espectáculo, ésta no marca su debut. “Peter” conoció la televisión el año pasado de la mano de “Chiquititas”, mientras que Gastón en pequeños papeles en diferentes programas. Pero es ahora cuando ellos comienzan a sentir la masividad del éxito del que son parte. “Es raro. A cualquier lado que voy, sea de tarde o de noche, alguien viene porque me reconoce. Ahora soy ‘Rama’ de ‘Casi Angeles’ para todo el mundo” -relata Gastón-. “Cuando empezamos con el programa todo fue muy tranquilo. Se daban vuelta para mirarme o pasaban y decían: ‘es el de Casi Angeles’, pero cuando arrancamos con el teatro tuvimos más exposición. Un día fuimos con Gastón al cine y no pudimos sacar la entrada porque pasamos por el patio de comidas del shopping, y se nos avalanzaron” -recuerda Nicolás-. “En general, nos reconocen, nos frenan, nos saludan y nos piden una foto o un autógrafo”, dice “Peter”.

El 17 de abril, Teenangels editó bajo la dirección general de Cris Morena y la producción artística y dirección musical de Pablo Durand, su álbum que, rápidamente, se convirtió en disco de oro. A pesar de ello, los chicos buscan perfeccionarse. “Yo toco la guitarra desde los doce años y estudio canto. Grabé demos y compongo canciones. Siempre me gustó la música” -dice Gastón-. Y sus compañeros estudian canto y música. De los tres, sólo Gastón y Nicolás pertenecen a familias en las que algún integrante es artista, ya que la madre del primero es plástica y el tío del segundo, actor. Pero hay un punto en el que los jóvenes vuelven a coincidir: Ninguno de ellos está de novio. Y, aunque gozan de cierta popularidad por ser actores, Nicolás reflexiona: “El reconocimiento hace más difícil el camino con las chicas. Uno nunca sabe por qué se acercan. Si lo hacen porque trabajás en la televisión o porque realmente quieren conocerte”, sostiene.

Pero eso no es todo. Ellos vuelven a coincidir para resumir el sentimiento que los cruza al final de cada función. “El último aplauso es una emoción rara. La gente se para y grita. Tenés que contenerte para no llorar” -explica Nicolás-. “A mí en todas las funciones hay algo que me hace un click. De las veintiséis funciones que llevamos hasta ahora, en veinte lloré” -agrega Gastón-. “Cuando terminamos, la sensación que tenemos es una mezcla de satisfacción y emoción por estar generando tanto”, remata “Peter”.

Fuente: www.revista-caras.com.ar

El romance de Nico Vázquez y Gimena Accardi

A cuatro meses de su separación, el actor viajó a Córdoba con su nueva novia
__________

Ocultar su renovada vida sentimental se ha convertido en la obsesión de Nicolás Vázquez (30), luego de su separación de Mercedes Funes (29). Hoy, el actor ha decidido callar tanto las razones de su divorcio como las declaraciones acerca de su romance con Gimena Accardi (22) —su compañera de elenco en la tira “Casi Ángeles”—, una historia que habría desencadenado la ruptura del matrimonio de Vázquez. “Con Mercedes hemos pasado buenos y malos momentos. Hace cuatro meses que estoy separado. ¿Es necesario hablar de la tristeza que tengo? No, no voy a hacerlo. Porque hoy de mi vida privada no voy a hablar, aunque digan que alguna vez lo hice. Sólo voy a decir que estoy feliz por el momento que estoy pasando en mi profesión”, sentenció el actor, antes de viajar días atrás a Córdoba, donde participó junto a otros actores de un torneo de golf a beneficio de las escuelas carenciadas del Valle de Punilla.

Luego de concluir con las grabaciones de la tira de Telefe y deseosos de compartir una romántica estadía en las sierras cordobesas, el actor y su nueva novia se alojaron el pasado viernes en una de las cabañas que Damián de Santo posee en Villa Giardino.

Viajaron de noche y, para no ser descubiertos, permanecieron en el apacible complejo de bungalows.

Allí cenaron, admiraron el imponente paisaje natural y disfrutaron del silencio, sólo interrumpido por el sonido de la lluvia sobre el techo de la cabaña. En la mañana del sábado, como el actor debía participar de un torneo solidario a pocos kilómetros de la zona, ella lo esperó encerrada hasta su regreso. Pero al caer el sol, los deseos de compartir un mágico atardecer fueron más fuertes que el sigilo. En el cómodo balcón con vista a las sierras, ambos se abandonaron al disfrute sin censuras. Mientras Gimena comprobaba la comodidad de una hamaca tejida, Nicolás buscó inmortalizar la escena con una cámara de fotos. Las sonrisas cómplices y los abrazos no tardaron en llegar. Las promesas de volver juntos, tampoco.

Fuente: www.revista-caras.com.ar

Mariana Esposito, la revelación de “Casi Ángeles”

“Quiero estar enamorada”
_________

Hace cinco años, y a escondidas de su madre, se presentó al primer casting: la productora de Cris Morena. Buscaban nenas para actuar en el programa “Rincón de luz”, y resultó elegida. Luego la llamaron para trabajar en “Chiquititas” y “Floricienta”, hoy Mariana Espósito (15), es una de la figuras de “Casi ángeles” donde interpreta a Marianella, un personaje que tiene pocas actitudes femeninas, que odia arreglarse y maquillarse y es muy diferente a Mariana en la vida real.

“Hace varios años que trabajo bajo las órdenes de Cris. Es muy bueno poder hacerlo a esta edad, porque te formás no sólo actoralmente, sino que hacés teatro, baile y canto. Ella es genial. Extremadamente profesional. Además, me encanta como se viste. No la veo como jefa, porque es muy accesible. Sus consejos son sabios, y los tengo muy en cuenta. Me gustan sus críticas porque me sirven para crecer. Son constructivas. A su lado todo es aprendizaje y yo siempre estoy dispuesta. Considero que soy una privilegiada por poder hacer lo que me gusta y soy una agradecida a la vida ”, cuenta Mariana.

Está cursando la secundaria y dice que el próximo año, cuando termine, dispondrá de más tiempo libre. Mientras tanto, sueña concretar sus deseos postergados: “Lo primero que voy a hacer es anotarme en clases de hip hop. Me encantan. Después tomaré clases de canto. Me gusta aprender de todo y estar entretenida con lo que me divierte. En la escuela soy una más. Me considero responsable y buena alumna, pero no gozo de ningún privilegio por ser actriz. Me tratan igual que a todos. Tengo poco tiempo para estudiar, pero me las arreglo bien. Soy lo más responsable que puedo. Tal vez si tuviera más tiempo me iría mejor, aunque no me va nada mal ahora” -contó la actriz-. A pesar de sus quince años, Mariana, se siente mentalmente mucho mayor. No le gusta ir a bailar como a la mayoría de las adolescentes, prefiere las salidas menos ruidosas y más culturales. “Ahora que termino el teatro, salgo con mis amigas. Suelo ir de compras o simplemente a ver vidrieras. Me encanta ver ropa y las novedades en maquillaje. Soy coqueta. También voy al cine pero prefiero ir a cenar que armar un plan para ir a bailar. En ese sentido soy como una mujer vieja, aunque no monótona, sólo hago cosas diferentes, odio la rutina”, dice entre risas.

Durante las vacaciones de invierno, la tira diaria “Casi ángeles” se trasladó con gran éxito al teatro Gran Rex. Mariana se sientió fascinada con la experiencia. Nunca había trabajado para los adolescentes y quedó impactada con el cambio. “El teatro me pareció increíble. Es un público al que no estaba acostumbrada. Yo venía trabajando para chicos, no tenía experiencia con adolescentes. Es diferente, muy copado, son todos súper eufóricos, es pura adrenalina. Subir al escenario me colmaba el alma. Era un momento intenso y mágico”, comenta la actriz.

Fresca y sincera, Mariana asegura sentirse muy cómoda con sus compañeros de elenco y está feliz de saber que el año que viene estará nuevamente junto a ellos. “Con mis compañeros me llevo muy bien, somos una familia. En realidad, paso más tiempo con ellos que con los míos. Es muy gracioso, porque al estar tanto tiempo juntos terminás conociéndolos a todos. Conozco sus gustos, sé lo que hace y deja de hacer cada uno”, confiesa.

Cuando Mariana dio su primer beso en la ficción sintió muchos nervios. Fue una situación muy especial para ella. En la vida real sólo tuvo un noviazgo, pero no prosperó. “Recuerdo que se lo presenté a mis padres, pero cortamos. Tuve un solo novio. Actualmente trabajamos juntos y nos llevamos muy bien, aunque, sin duda, me gustaría enamorarme. Me siento muy tranquila, disfrutando mi lindo presente.”

Para aquellos adolescentes que quieran enamorarla, confiesa que lo que más le atrae de un hombre es la sinceridad. Prefiere la crudeza a la mentira. “Me atraen los chicos sinceros y con onda, no los carilindos. Jhonny Deep es mi actor favorito. Me gusta su estilo. Lo amo. Es mi ídolo. Una mirada intrigante y seductora de él, me mata. El romanticismo y la caballerosidad deboestar siempre presentes”, dice Mariana.


Nicolas Vazquez saco la ropa de su antigua casa

Luego de su reciente separación, el actor se ve dispuesto a comenzar una nueva vida.

______

Al anochecer, bajo una persistente llovizna, regresó a la vivienda de la calle Ugarte. Hacía casi dos meses que Nicolás Vázquez no pisaba la casa de Olivos, que durante años compartió con Mercedes Funes. Esperó que ella la abandonara para regresar por un rato. Estuvo sólo media hora: el tiempo necesario para meter buena parte de su ropa en unas bolsas y retirarse del lugar. No llevó ningún otro objeto. Luego, regresó a su nuevo hogar, un loft en San Isidro. A pesar de su buena racha profesional, el actor de Casi ángeles no atraviesa su mejor momento. Según cuentan sus allegados, la angustia que vive su ex mujer afecta su ánimo, y hoy estaría distanciado de sus amigos Fabián Mazzei y Facundo Arana. Tampoco es inmune a los comentarios que despierta el romance que estaría viviendo con Gimena Accardi, su joven compañera de elenco en la tira. Ella tiene 22 años y es dueña de una belleza que algunos califican de “perturbadora”.

Mientras estudiaba teatro comenzó a trabajar como modelo publicitaria y protagonizó varias gráficas de moda. Sin embargo, ganó su vocación artística. Ella y Nicolás se conocieron en 2006, cuando actuaban en Alma pirata. Sin embargo, fue durante este año, entre grabaciones y funciones teatrales, que la relación entre ambos habría superado el límite de la amistad. Y esto sería el desencadenante de la ruptura del matrimonio de Vázquez. En setiembre, unas fotos publicadas mostraban a la nueva pareja durante una salida por San Fernando. Las imágenes multiplicaban los gestos de ternura y complicidad. A partir de ese momento, se impuso a sí mismo un bajo perfil en lo concerniente a materia afectiva.



Fuente: www.revista-caras.com.ar

Emilia Attias en Revista LUZ

Nota publicada el 18 de Noviembre de 2007

Luego de un año al frente de Casi Ángeles, tira que la convirtió en heroína infantil, la actriz habla de sus mutaciones y de sus multifacéticos anhelos. Convive con su novio -el actor cómico Naim “el turco” Sibara-, pinta, escribe y, como si fuera poco, confiesa sus ganas de sacar un disco. Una chica todoterreno.
_____________

Luego de leer sus numerosas notas en gráfica (desde la época de No hay dos sin tres, hasta el pasado Bailando por un sueño y aquel desembarco en el teatro de revistas de la mano de Miguel Angel Cherutti) resulta agobiante (¿y tentador?) que todas ellas comiencen de una forma unívoca: resaltando la escultural belleza de una adolescente (¡tiene 20 años!) que hizo de sus ojos verdes apenas un preludio para muchos de sus encantos. La repetición, probablemente, no sería tan disonante si esta linda muchacha no estuviese tan empeñada en demostrar que es mucho más que una figura bonita. Y lo logra, con cierta ambigüedad en el cometido, pero con definiciones y gustos que la alejan tanto de Cielo, su personaje de Casi Ángeles, como del más puro exhibicionismo. Es sugerente, por caso, escucharla hablar de bandas como The Velvet Underground, de autores controvertidos como Friedrich Nietzsche o de la necesidad de borrar del Vaticano tanto vicio mundano. Y si a la producción de fotos, en pleno domingo primaveral, llega con un pequeño cachorro Bulldog francés (bien de diva en ciernes) ella rápidamente borra cualquier lectura malintencionada y tiñe la situación con una despreocupada cuota de amor moderno: “Se llama Ramón, se lo regalé a mi novio, pero como hoy vivimos juntos, ahora es responsabilidad de los dos”, cuenta y comparte su felicidad por la convivencia con “el turco” Naim: “Me encanta llegar a casa y que él me esté esperando con la comida lista. Igual yo también cocino, ¡eh!”, remata antes de iniciar una charla íntima.

-El año pasado impactaste a todos con una imagen bien sexy, ¿no fue un volantazo demasiado brusco orientarse a un público infantil como el de Casi Ángeles?
-Mirá, a mí me encantan los cambios bruscos y seguramente habrá más a lo largo de mi carrera. En este caso, lo viví de manera muy natural, soy muy adaptable y despojada y eso me sirvió siempre a la hora de desenvolverme en diferentes terrenos.

-¿Hay algún otro giro para adelantarnos?
No, jamás me adelanto en nada... Soy impredecible, impulsiva y nunca sé para dónde puedo arrancar. El próximo año, eso sí, seguiré con Casi Ángeles y recién el otro veré si puedo hacer algo mientras estemos de gira con el programa.

-¿No es un riesgo que las seguidoras del programa te vean como un modelo a imitar?
-No, porque nunca me tomé una responsabilidad de ese tipo. Los más chicos, es cierto, te dan un amor total y llegan a verte como una virgen o un ángel que cayó del cielo. Pero no es algo que me persiga. Confío mucho en mis sentimientos y en mi autenticidad.

-¿Y cómo conciliás tu imagen sexy con ese aura virginal del que hablás?
-Es que mi imagen de femme fatale se borró bastante. No es que haya engordado o dejado de cuidarme, pero el público para el que trabajo hoy en día no me ve como vedette.

-Se sabe que grabás muchas horas, ¿no es un poco ingrata en ese sentido tu profesión?
-Más que la actuación, es la tele la que demanda tantas horas. Pero bueno, así como es de demandante también es de omnipresente. No hay nada que llegue tanto a la gente como la televisión.

-¿Cómo aprovechás tu tiempo libre?

-La verdad, trato de estar con mi novio. Además de los programitas típicos -cine, teatro, comer afuera- somos de agarrar el auto y encarar para alguna ruta. Escapar…

-No nombraste la tele…
-No miro tele, ni mis programas ni los de la competencia. Nada. Sí soy de escuchar mucha música.

-¿Qué tipo de música?
-De todo. Rock, tango, música nacional, de afuera… The Doors, Pink Floyd, Velvet Underground.

-Bandas que evidencian un cierto costado dark…
-Ah, sí, eso seguro. Tengo un costado mucho más profundo, oscuro si querés, de lo que se ve en pantalla. Lo canalizo pintando, escribiendo poemas, obras de teatro, canciones. La música es algo muy presente en mi vida. Mi novio canta tangos desde chico y yo estoy aprendiendo a tocar la guitarra por lo que suelen haber muchos momentos musicales en casa. En algún momento me gustaría sacar un disco.

-Epa, ¿no será mucho Emilia?
(Ríe) Es así, hago de todo. Últimamente se me está dando por diseñar ropa también.

-Es imposible no relacionar todo eso con la figura de Natalia Oreiro. ¿Te está ganando de mano?
-Nunca lo miré desde el lado de la competencia, pero sí me sorprende mucho que ella concrete las mismas cosas que a mí me interesan. De todos modos, nuestros estilos son bien distintos. Natalia explotó mucho el éxito en la televisión, y yo quisiera migrar hacia otros lados. En la tele de ahora todo tiene que estar muy digerido y a mí me gustaría generar cosas con más vuelo y sofisticación.

-¿Qué autores te gustan?
-Alfonsina Storni, Beckett, Shakespeare, Nietzche. Tengo todo un tema con la verdad, soy drásticamente sincera para escribir y Nietzche es así, muy crudo. Ahora estoy leyendo un libro de Herman Hesse, Demian, que también me tiene loca.

-¿Sos religiosa?
-Tengo una filosofía religiosa. Fui a un colegio de monjas pero no estoy para nada de acuerdo con la Iglesia. Creo que Jesús desaprobaría muchas de las cosas que suceden en El Vaticano y que, en algún punto, su filosofía se emparenta con la de Buda. Ambos predicaban un despojo y una austeridad que nos vendría muy bien imitar.

-Qué hubieses sido si no fueras actriz, ¿modelo?
-No, siempre tuve claro que el modelaje era sólo un paso en mi carrera. Es un profesión muy linda, pero la chispa que tengo adentro necesitaba otros destinos. Imagino que de elegir una carrera hubiese optado por la filosofía o la psicología.

-Tuviste que hacer de psicóloga con tu compañero Nico Vázquez a raíz de su tumultuosa separación de la actriz Mercedes Funes?
-No, me mantuve bastante al margen, pero entendiéndolo mucho. Las separaciones son muy dolorosas y es denso hablar de lo que a uno le duele. Lo vi muy contenido, además.

-¿Te parece que lo condenaron demasiado?
-No estoy muy al tanto de las repercusiones pero, desde ya, me parece que cualquier condena está mal. Todos somos seres humanos y creo que él hizo las cosas bien, si no, no tendría el buen diálogo que tiene con Mercedes. Trabajamos en estudios contiguos y mal diálogo no hay, eso te lo aseguro.

-¿Cómo estás vos del corazón?
-Feliz, súper feliz y enamorada.

-Cuando se conoció tu relación con “el turco” Naim, todos hablaron del humor como arma de seducción. ¿No es un bajón eso, que todos aleguen que sólo por la pinta él no te podía conquistar?
-Sí, fue muy gracioso, una idea algo cuadrada, ¿no? El amor es tan complicado y tan inexplicable… (suspira) ¡Mirá si me va a conquistar sólo por hacerse el cómico! La verdad, me enamoró porque… ¡maneja muy bien la moto! (risas) Fueron muchas cosas, se dio ese click que te hace disfrutar de absolutamente todo con esa persona. No tuve que pensar demasiado, sólo confiar en que el amor existe y qué era lo que me estaba pasando.

-Luego de un año de intenso contacto con niños, ¿no te dieron ganas de ser madre?
-Siempre dije que quería ser madre joven pero, bueno, recién tengo 20 años… Si llega ahora, será muy bienvenido, y si sucede a mis 35, también. Un hijo jamás sería una traba para mi carrera, imagino que me daría una energía tremenda, ¡mucho más de la que tengo ahora!

-Tu noviazgo con el turco, ¿es para siempre?
-Sí, ojalá estemos siempre juntos y, sobre todo, que siga cocinando tan bien (risas).


Tapa de la revista